lunes, 3 de octubre de 2011

Biografía del Polaco Cartelista Wiktor Gorka

INTRODUCCIÓN

Wíktor Górka es considerado una de las principales figuras de la escuela del cartel polaco, escuela que dejó una profunda huella en la historia de las artes visuales del mundo entero, sobre todo en la segunda mitad del siglo veinte.



DESARROLLO

En una época en que los medios electronicos han invadi­do casi todos los campos de la comunicación visual, volver la mirada hacia el mundo del cartel resulta gratificante. Sobre todo si miramos los carteles polacos de lo que pudiéramos llamar su “edad de oro” o sea, la época que transcurre de las postrimerías de la Segun­da Guerra a principios de los ochenta.
En tan largo pe­riodo, la cartelística polaca dejó una profunda huella en la historia de las artes visuales del mundo entero. Su influencia se vive todavía en nuestro país debido al paso que tuvo por estas tierras uno de los más gran­des diseñadores de carteles polacos, quien dedicó años enteros a enseñar su arte a jóvenes estudiantes de di­seño en diferentes universidades mexicanas. Nos re­ferimos, obviamente, a Wiktor Górka , quien, entre las muchas visitas que hizo a México, llegó a impartir su enseñanzas cinco años seguidos en la UAM de Azcapotzalco.

En Época de entreguerras, precisamente, nace Wíktor Górka, en Bielsko Biala en 1922. Su infancia queda matizada por las luchas artísticas que libraba su país en aquellos años, y cuando cumple veintidós anos, en 1946 al termino de la guerra, tanto el arte como el país estaban en proceso de recuperación. Es precisamente en 1946 cuando se inscribe en la Facultad de Artes Gráficas de la Academia de Bellas Artes de Cracovia, llevando vivas todavía las imágenes de su patria sacrificada.
El triunfo, en 1945, mostró las grandes pérdidas, tanto en lo humano, en 10 material y en los equipos y escuelas, como el acervo museográfico. Durante la primera mitad de los cuarenta la producción gráfica fue débil. Ver la gráfica polaca actual sin tener en cuenta todos esos antecedentes es limitarse a los aspectos formales de la misma. Su maravilloso contenido tiene sus raices en todos estos conflictos. La gran generación representativa de 10 que conocemos como la época de oro del cartel polaco, a la que pertenecieron Jan Lenica o Waldemar Swierzy, el primero con aquel cartel de «Wozzeck» (1964), hijo directo del “Grito» de Munch, que se hizo famoso en el mundo entero, y el segundo con un cartel turístico de 1969 que tam bien recorrió el mundo promoviendo una Polonia bella y apacible”.

La generación de estos diseñadores, a la que per¬tenecen Wiktor Górka, Lenica, Swierzy y tantos otros que hoy tienen fama universal, fue formada por aquellos maestros de entreguerras. Maestros que dejaron su marca en estos, que fueron los que vivieron la Segunda Guerra y la ocupación Nazi.
Hoy Polonia tiene una nueva generación de diseñadores, más tranquilos y más reflexivos, que parecen propender por un retorno a lo clásico. Los viejos maestros son los que pasaron en los cuarenta por la Facultad de Artes Gráficas de la Escuela de Bellas Artes de Cracovia. Es la generación de Lenica, de Swierzy, y de Górka; son aquellos que unieron el cartel polaco a las corrientes de vanguardia del arte mundial.
Dos de los aquí mencionados han pasado por nuestro país dejando sus conocimientos en jóvenes que hoy son diseñadores excelentes o profesores de diseño. El primero es Swierzy, quien en alguna corta temporada de paso por la ‘UAM Azcapotzalco dio un breve curso, y organizó una exposición de cartel polaco en esa casa de estudios.

Debido al nivel alcanzado por su amplísima obra, Wíktor Górka es considerado como una de las altas figuras de la escuela de cartel polaco. El color, para él, es algo simbólico, en el que sus combinaciones, de acuerdo con cada caso, causan efectos especiales de acuerdo con la función que el diseñador les asigna. En alguna de sus clases le oímos decir que el color siem¬pre sería cualitativo y jamas cuantitativo. Sus carteles siempre son nuevos, sorpresivos y diferentes, a pesar de su estilo personal de considerable ornamentación.
Sus figuras flotan a veces libremente, con una frialdad estatuaria, en el espacio que les permiten esos pedazos de papel, originando en el espectador una sen¬sación de vacío, y otras veces, como en sus carteles de circo, provoca un sentimiento de alegría a partir de un diseño armonioso lleno de movimiento. Górka sabe que el cartel es sintesis, y obliga a fijar la mirada del espectador en una llamada de atención constante originada en esas imposibles combinaciones de forma y color.
Pareciera que siempre está encontrando nuevos elementos para la interpretación de los mismos temas.
Prueba de ello es que dedica un numero considerable de años a sus trabajos sobre el circo.
No es dificil encontrar en sus conceptos una sutil carga de humorismo, oportuno y discreto. Combina las imágenes en soluciones surrealistas usando indistintamente las más diversas técnicas.

CONCLUSION

Según yo, la calidad del cartel depende sobre todo del talento de su autor. Tal vez dos condiciones más importantes son: el tema del cartel, y la expresión de la idea en una forma plástica atractiva.
Todo lo anterior es llevado por Górka al campo docente, no solamente en México, sino en su pais y en muchos otros. Su obra es, para decirlo de una vez, la obra de un gran maestro del cartel.


REFERENCIAS

Barnicoat, John, Los carteles, su historia y lenguaje, Editorial Gustavo Gili, Barcelona, 1976.
Dydo, Krzysztof, Plakaty, Bosz art, Olszanica, Polska, 200l. Wróblewska, Danuta, Polska grafica wspólczesna, lnterpress, Warszawa, 1983.